sábado, 1 de agosto de 2009

Valladolid

Paseando por Valladolid una bici me encontré. Estaba pegada a un carro, el resto es casualidad.

En el mismo paseillo un abuelo saludé. Vigilando su carro que coraje hay que tener.

Lo más rescatable del convento y la Iglesia de San bernardino.

El pelado en el cenote de Dzitnup. El agua helada de una formación kárstica. Que vengan los geólogos y lo vean. El cenote en realidad se llama X'keken. Pero como está al ladito del pueblo de Dzitnup pues no hay caso.

no comment...
Martuki agazapada entre las hordas de turistas hermanas, en su ya clásica posición de jarrica.

Chichén Itzá

La boca del pozo de los magos del agua en maya. O en apariencia de pájaro serpiente en Huasteco.
Chichén Itzá, aparte de eregirse durante mucho tiempo como capital de la civilización maya, es un claro ejemplo del declive de esta cultura y de la influencia que sobre ésta ejerció la cultura tolteca, proveniente del centro-norte de la actual República mexicana. Prueba de ello es el protagonismo del dios Kukulcán, homólogo yucateco de Quetzalcoatl o serpiente emplumada, y que no se ha encontrado un solo glifo maya en esta ciudad.
Del agobio por verme rodeada de gente que llega y hace fotos y no mira y no respira el lugar y no se lo imagina todo rodeado de estuco rojo, mejor no os hablo ahora.

La pirámide de Kukulcán o El Castillo (ummmm???, un castillo con príncipes y princesas al mejor estilo francés...ummmm raro....)

Detalle de la plataforma de la pirámide de Kukulcán. Testimonio vivo del uso de la arquitectura por la clase dirigente maya. Si bien a los europeos nos encanta creernos el cuento de que en la cultura maya todo era espirutualidad y convivencia con la naturaleza, esta pirámide, si pegas bien la oreja, te cuenta un par de cositas distintas. Al loro...
La unión entre arquitectura, conocimiento astronómico y espiritualidad, fue uno de los pilares para la sustención de una sociedad tremendamente jerarquizada. De la perpetuación en el poder de la clase dirigente ni hablaremos.
Durante los equinoccios de primavera y otoño la sombra que proyectan las paredes de la pirámide en el canto de la escalera no sólo es una hermosa serpiente ascendiendo y descendiendo de la pirámide sinuosamente, sino que también, avisaba que era época de sembrar o recoger. Y claro, si te lo dice una serpiente sagrada... pues habrá que hacerlo... y ese no era trabajo precisamente para arquitectos o sacerdotes.


El juego de pelota. El de Chichén Itzá, uno de los más grandes que se conservan. Una pelota de hule representaba el recorrido del sol. La pelota era tocada por los jugadores con las caderas. La pelota-sol, no podía tocar el suelo. Se cree que este juego se utilizaba para resolver conflictos sociales.


El templo de las calaveras. Para que nos hagamos una idea de lo macarrillas que podían ser, en este templo se ensartaban en un asta las cabezas de los sacrificados y vencidos en batalla. Esto era un aviso tanto para posibles invasores como para rebeldes internos. Así mantenían parte de la cohesión social que tanta falta les hacía.
El cenote sagrado. En su interior se han hallado utensilios provenientes de Colombia hasta el norte de México.


El Caracol u Observatorio.

Muy ornamentado pero no se sabe demasido de este edificio. Pero molan los mascarones y las narices que salen en forma de gancho.

Se aprecia mejor lo de las tochas, jejejej