sábado, 9 de mayo de 2009

Lima la horrible

Así la llaman sus propios vecinos. 11 millones de habitantes. Como cualquier ciudad, Lima absorbe gentes venidas desde todas las partes del país. Gente de la sierra que habla de su tierra como quien habla del paraíso. Pero un paraíso en el que se pasa hambre. Gentes con corazón de distinto color que sólo ve grises en Lima, que siempre se van a ir el año que viene pa' su tierra. Supongo que por eso la verán Horrible.
Unos de los paseos más agradables, no sólo por el abrazo del Pacífico sino por la buena compañía fue por el Callao. Casas de colores. Moradas, naranjas, verdes que entabablan una lucha sin cuartel con el azul del mar. Estas casas las han pintado hace un par de años, por el turismo. Me dice Milagros. A mí me parecen payasescas. El Callao siempre ha sido gris, como la niebla. Me parecían preciosas, claro, estaban echas para mis ojos.

Arribita a la derecha, las aves de carroña sobrevuelan en busca de carne fresca de marinerito. En Lima los soldados usan sus rifles para sus sensuales coreografías. Ya quisiera Madonna...
La Iglesia de San Francisco. Un peligro público por las oleadas de caca que desprenden sus simpáticas "palomitas".

Lima la no tan horrible.



Adán haciéndose el interesante de nuevo.

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